Noviembre 26 de 2007
Por: Iván Márquez/Integrante del Secretariado de las FARC-EP Iván Márquez de las FARC, el Presidente Hugo Chávez y la senadoraPiedad Córdoba en MirafloresMISERABLE, muy miserable la actitud de Uribe al suspender lamediación humanitaria del Presidente Hugo Chávez y la senadoraPiedad Córdoba, cuando era la única esperanza para lograr el canjede prisioneros en Colombia.Al apagar la luz que se había encendido dejó su alma pintada, lalocura de su cerril intransigencia y su indolente desprecio por elcanje humanitario. Todos debemos sentir vergüenza frente algrosero desaire de Uribe contra un Presidente amigo, que lleva aColombia metida en su corazón y siente profundo afecto por nuestropueblo.Cuando la batalla humanitaria de Chávez estaba a punto de arrojarlos primeros resultados, un delirante Uribe la consideró amenazapara la soberanía de Colombia, para su política de seguridadinversionista, y un espacio para la diplomacia guerrillera, que alparecer mortifica hasta lo indecible su incontrovertible ego deführer tropical. Un saludo deferente a un general no es ninguna amenaza a lasoberanía como sí lo es la dependencia y la subordinación de todala cúpula militar colombiana al Comando Sur del ejército de losEstados Unidos. Nada atenta más contra la nación que la colonialpolítica de seguridad inversionista, que no democrática, porqueestá concebida sólo para reprimir al pueblo y favorecer lasganancias de las trasnacionales. Y por otra parte, quién dijo queuna guerrilla bolivariana como las FARC se va a dejar amordazarpor un gobierno cuestionado e ilegítimo, mafioso y paramilitarcomo el de Bogotá.Ignoramos qué le hizo creer a Uribe que sería más eficaz elsinuoso como intrigante comisionado Restrepo que unaintermediación con toda la solvencia moral y el prestigio quecaracterizan al Presidente Chávez y a la senadora Córdoba. Pero para ser justos, y es deber reconocerlo, Restrepo y su jefeinmediato sí son buenos negociadores. pero con los narcoparamilitares. Les aceptan todo. Por ellos son capaces decualquier cosa, hasta de purificarlos como altruistas luchadorespolíticos, o socavar la autoridad institucional de la CorteSuprema de Justicia, como ya lo han hecho en reiteradasoportunidades. Sin descartar eventualidades, no es promisorio el horizontefuturo. Uribe es el enemigo público número uno del canjehumanitario. Atravesó como mulas muertas en el camino sus absurdosinamovibles. Extraditó guerrilleros a los Estados Unidos. Si nopudo con el canje, qué va a poder con la paz. Para que haya canjey haya paz requerimos de un nuevo gobierno verdaderamentedemocrático, fundado en la soberanía del pueblo y en la justiciasocial. Todos debemos trabajar por esa perspectiva.Al Presidente Chávez y a Piedad Córdoba, mil gracias por esadinámica arrolladora que desataron por el canje y la paz deColombia; por habernos escuchado con respeto y sugerido caminos.Algo nos dice que su esfuerzo no será en vano. A los familiares yallegados de los prisioneros de las partes contendientes, nuestrollamado a persistir. Que no se apague la luz del canje.Encontraremos una salida. Montañas de Colombia, noviembre de 2007 =========================================================
Artículo de www.profesionalespcm.org
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